El primer lugar que se basa en el control de temperatura es el crisol. En esta aplicación, la temperatura se puede controlar monitoreando las bobinas para medir la temperatura del crisol. Esto suele ser sencillo y se puede lograr con un pirómetro fijo como la serie Endurance o Mi3-100 series. Sin embargo, puede ser difícil medir las temperaturas del crisol con precisión debido a las reflexiones, pero al mantener el sistema a una temperatura predeterminada, puede usar un pirómetro de dos colores para obtener una lectura de temperatura precisa.
El segundo punto que depende del control de temperatura es la temperatura de fusión. Aquí, el lingote de polisilicio comienza a derretirse y se tira hacia arriba para formar un cristal singular. Debido a esto, debe monitorear el producto en múltiples lugares, perpendiculares a la máquina, para controlar la fusión. La mejor herramienta para esta aplicación varía en función de su proceso; Sin embargo, un pirómetro fijo de dos colores suele ser adecuado.
La tercera área es el control del diámetro. Aquí, los usuarios deben controlar el diámetro del cristal (menisco) a medida que se tira hacia arriba. El control del diámetro es fundamental para garantizar el producto final, ya que cualquier error podría provocar el desecho de toda la varilla de silicona. En algunas instalaciones de cultivo de cristales, un sensor de 1 micra (como el Endurance)* es eficiente. En otros sitios, un sensor de un solo color como la serie Mi3-100 puede ser la mejor opción. En general, todo se reduce a cómo está configurado su proceso, sus necesidades y con qué puede integrarse mejor.
*Nota: Fluke Process Instruments también ofrece un sensor de resistencia de fibra óptica que puede ser adecuado para su aplicación.